Un día te despiertas como si de un sueño se tratase y todo
lo que viviste la noche anterior solo fuese un sueño, recorres con tus manos tu
cuerpo como él lo hacía y recuerdas cada sensación, con esa dulzura que viste
por primera vez en un chico que te enamoró. Recuerdas lo que te hacía sentir, como el también disfrutaba contigo, como todo
lo que pedías en un chico él lo tenía fue el chico perfecto del que siempre deseaste
que se enamorara de ti.
Te miras en el espejo y te fijas en los cambios de tu rostro
que el día de antes no tenías, el brillo de tus ojos, la sensualidad de tus
labios enrojecidos por haberlo besado hasta desgastarlos y como sonríes sin
poderlo evitar.
Te despiertas, entre tus sabanas rogando su presencia, amándote
como nunca nadie lo había hecho, besando cada rincón de tu cuerpo, suspirando
por ti, pidiendo que se parase el tiempo. El cogería un mechoncito de tu
flequillo y lo retiraría viendo más de tus ojos que se clavarían en los tuyos y
verías como recorre cada facción de tu cara, como si viese un ángel, bello y
delicado por primera vez, como lo más valioso que tuviese entre sus dedos, a
ti. Y entonces, él lo único que pediría sería un beso tuyo, lento y sensual.
Los dos nos fundiríamos en un largo suspiro al terminar ese beso, y nos miraríamos
con el corazón acelerándose. Dolería tanto que querría llorar de felicidad
junto a él.
Un día te despiertas y ves que lo que viviste junto a el pareció
un sueño pero que solo él consiguió que se hiciese realidad, como un cuento de
hadas que cuando amanece se desvanece todo y llega la vida real y cotidiana de
todos los días. Pero a pesar de todo esto piensas que los sueños son ilusiones
y que si pasan rápido es el momento de vivirlo intensamente, dure lo que dure,
ya que más vale vivir un sueño corto y hecho realidad que nunca haberlo vivido.
Un día te despiertas queriendo tener algo, lo que no
tenemos, el calor de alguien al lado, sentir esa sensación de que él está rodeándote
con sus brazos, atrapándote como si solo quisiese que fueses de él. En ese
momento te sentirías más bonita que ayer, tu piel será más suave, tus curvas
las más sensuales y tus besos esconderán un te quiero.
Un día te despiertas ansiosa de que haya otra noche como la
de ayer con él, y ya solo pides una sino todas.
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